¿La molécula de la moral? (Iª Parte)
Publicado en: LAS PALABRAS Y LAS COSAS | Marzo 23, 2013 | PDF
por Domingo Díaz |
La oxitocina (neuropéptido o cadena de aminoácidos) es una hormona relacionada con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal que es liberada por la glándula pituitaria o hipófisis. Esta hormona se encuentra en todos los vertebrados, aunque la evolución de los mamíferos la adaptó al cuidado de la descendencia y la ampliación de los círculos sociales.
En La Molécula de Moral. La fuente de amor y prosperidad (Flanagan-Cato 2012), el neuroeconomista Paul J. Zak describe una intersección fascinante de la neurociencia, la antropología cultural, la economía, la filosofía y la política. Sus principales estudios relacionan la oxitocina con la confianza social, una investigación biológica de la conducta ética. La fuente de esta relación la encontramos en un experimento económico realizado en 2005 (Zak, Stanton, and Ahmadi 2007) en el cual se analizó el comportamiento de los participantes que, para asombro de Zak, los individuos que presentaban una mayor confianza en el comportamiento pro-social eran quienes tenían un mayor nivel de oxitocina en la sangre.
El investigador considera que este péptido, favorecido por la evolución, promueve el comportamiento maternal y social, incluso la monogamia en una variedad de especies. Muchos de los comportamientos sociales que no pueden ser explicados por la oxitocina están asociados a variaciones en la testosterona, por ejemplo, las diferencias en el comportamiento sexual, la infidelidad, la aplicación de reglas y la agresión. Asimismo, diversos problemas de comportamiento, adquiridos ya sea por maltrato en el crecimiento o problemas congénitos, tales como el autismo o la psicopatía, pueden estar relacionados con una disfunción de oxitocina. A pesar de que estos problemas específicos de salud mental son notablemente diferentes, los individuos afectados y la sociedad misma se beneficiarían considerablemente si las investigaciones sobre la oxitocina dan pistas para tratar y prevenir estos graves problemas de conducta.
Por otra parte, el doctor Zak propone que las actividades de la comunidad, tales como el baile, la vida en la naturaleza y la búsqueda espiritual promueven la liberación de oxitocina proporcionando una sensación de bienestar general. Además de las aplicaciones clínicas, las investigaciones acerca de la oxitocina pueden traducirse en enfoques de psicología positiva, ya que uno mismo puede proveerse los regímenes de higiene emocional con dosis adecuadas de convivencia —y de oración, según sea el caso—, ideadas para mejorar nuestra secreción de oxitocina.
Referencias
Flanagan-Cato, Loretta M. 2012. «Are You Responsible for Your Hormones?» Cerebrum-Dana Foundation. http://www.dana.org/news/cerebrum/detail.aspx?id=39296.
Zak, Paul J, Angela A Stanton, and Sheila Ahmadi. 2007. «Oxytocin Increases Generosity in Humans.» PLOS ONE 2 (11): e1128. doi:10.1371/journal.pone.0001128. http://dx.plos.org/10.1371%2Fjournal.pone.0001128.
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